Sanlúcar de Barrameda… 7 y 8 de diciembre
ESPÍRITU SOLIDARIO
Quizás no seamos los más victoriosos, numerosos o abunden nuestros trofeos pero en términos de solidaridad nuestro club destaca entre los demás. Cuando nos enteramos de que se celebraba esta prueba cuyo principal lema es donar vida, los barbateños no lo pensamos dos veces y fuimos más de una quincena los que nos presentamos en la línea de salida.
Esta cita pretende ser más que una simple carrera en la que los participantes se centren en competir por el mero hecho de obtener un trofeo o subirse al ansiado pódium. Aquí se difunde el espíritu solidario, una cultura de compartir con desconocidos, de correr por los que no pueden y no sólo eso, sino de disfrutar haciéndolo. Es ese sentimiento el que se percibe en la salida, cuando te preparas minutos antes de arrancar y ves gente a los que la vida se lo ha puesto más difícil y disfrutan del momento. De todas formas, por si aún a alguien no le salía la palabra ganar de la cabeza, nuestro amigo Salvi, speaker de la prueba, nos lo recordaba con unas bonitas palabras a través del micrófono.
Esta cita pretende ser más que una simple carrera en la que los participantes se centren en competir por el mero hecho de obtener un trofeo o subirse al ansiado pódium. Aquí se difunde el espíritu solidario, una cultura de compartir con desconocidos, de correr por los que no pueden y no sólo eso, sino de disfrutar haciéndolo. Es ese sentimiento el que se percibe en la salida, cuando te preparas minutos antes de arrancar y ves gente a los que la vida se lo ha puesto más difícil y disfrutan del momento. De todas formas, por si aún a alguien no le salía la palabra ganar de la cabeza, nuestro amigo Salvi, speaker de la prueba, nos lo recordaba con unas bonitas palabras a través del micrófono.
RECORRIDO: NO TODO LLANO…
La mañana amenazaba fría, muy fría. Pero después de una salida neutralizada en la que rodamos cercanos a los 40kmh y un eteeeerno tramo de arena de más de 20kms, pocos eran los que se acordaban del frío. Fue en la arena donde los barbateños demostramos nuestras habilidades “breñiles” y nos fuimos alejando de las típicas montoneras que poco se diferenciaban de una croqueta formada por ciclistas, carbono y «pan rallao».
Tras salir de aquel tramo de arenas movedizas, llegaría el segundo obstáculo: una recta infinita, llana y aburrida donde aumentar la media y aprovechar para comer algo antes de la tercera sorpresa.
“Esta carrera es muy rodadora, apenas hay desnivel”. Más de uno se acordaría de aquel amigo que se daba de listo por haberla hecho el año anterior…
Llegando a Trebujena comenzarían los repechos, aparentemente suaves y llevaderos. Aparentemente. Todo el desnivel lo acumulamos allí. Unos 600m.
Pasado el arco de los 50km que te informaba del carrerón que te estabas marcando, tocaba volver. Por donde mismo. Recta infinita de vuelta y a rezar para no pasar de nuevo por las temidas arenas. Tomamos el cruce, ufff, menos mal. Nos libramos.
O no. Quizás fue peor. Ya con la cuenta atrás marcada en el Garmin, los kms pasaban más lentos y quedaba atravesar por una zona de marismas muy, muy rota y bacheada de más de 10kms. Si yo tuviera una doble!! Mirada alta por encima del casco del compañero que vas a rueda, buscando alguna señal de que Sanlúcar no estuviera muy lejos.
Si le hacías caso a Salvi y te dedicabas a disfrutar mínimamente de lo que tenías a tu alrededor, en ambos lados del carril, pintados de agua clara, garzas y cigüeñas te tentaban a parar en el próximo avituallamiento. Poco más adelante, en las salinas se reflejaba el sol. Ya no quedaba ni rastro del frío de esta mañana.
Pasadas las salinas poniendo buena cara al fotógrafo que allí nos esperaba, último tramo pegado a la orilla de la playa y entrada en Sanlúcar escoltado por la policía. Alfombra azul, la gente aplaude, medalla al cuello y festival de la berza y los chicharrones. Lo hemos logrado. 100km a la saca. Pero aún esto no ha terminado, esta noche nocturna urbana y mañana 50km run. Fin de semana con Sanlúcar a rebosar de deportistas, esfuerzo, vida y solidaridad.
Si además de disfrutar y colaborar también nos llevamos un recuerdo… mejor que mejor!